lunes, 22 de agosto de 2011

Una segunda oportunidad.

No sabía qué hacer, me encontraba perdida, sin saber a dónde ir. Necesitaba explicaciones por lo sucedido y despejar la mente. Subí al coche y aceleré como nunca lo había hecho. No paraba de darle vueltas a mi cabeza y caían lágrimas como borbotones de mis ojos. Me dirigía a la colina, a ese lugar tan apacible donde el aire era puro y se podía respirar tranquila. En cuanto llegué bajé del coche a toda prisa dirigiéndome a un establo que se encontraba en lo más alto de la colina. Entonces una tormenta surgió de la nada, el fuerte viento hacía que me temblasen las piernas, pero yo seguí con todas mis fuerzas. Casi llegando al viejo establo, ya abandonado, empecé a escuchar el ruido de un montón de alas, miles diría yo, un ruido espantoso que producía un dolor insoportable en mi cabeza. Por un momento pensé que me desvanecía. Con firmeza, cogí fuerza por última vez y llegué al establo. Me asomé a una de las ventanas para mirar en qué estado se encontraba, sentí algo extraño pero de todas formas miré y ahí estaba él, como siempre, como si en su costado no hubiesen clavado un cuchillo, estaba allí, rodeado de un montón de gente desconocida que repetían una y otra vez, BIENVENIDO A LAS ALMAS ELEGIDAS.

4 comentarios:

  1. Wow, no sabía que escribías tan bien... Es alucinante, me has dejado con la intriga, quiero leer más ya ! Jajaja =)
    Te quieroo cuchi ;)
    (L)

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  2. Que bonito... me encanta como escribes, y tu primera entrada también es preciosa.
    Te sigo desde ya;)
    Un besazo enorme desde http://carolinesmile.blogspot.com/
    P.D.: La música es genial!

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